28.12.2017

La conectividad virtual empezó de la World Wide Web, que conectó los ordenadores a una red global, con la evolución de Internet las personas llegaron a ser conectadas con otras personas en el mundo, ahora llega Internet de las cosas, que va a interconectar posiblemente todos los dispositivos y personas, entornos y objetos virtuales y físicos, y esto se realizará a través de las redes que forman “computación de borde” o “edge computing”, traducida al inglés.

Computación de borde” sirve para proporcionar análisis de datos locales en tiempo real y agilizar el flujo de tráfico de los dispositivos IoT (conectados a Internet de las cosas o “Internet of Things”). Muchos de los dispositivos actuales, incluso los más pequeños, incorporan en su circuitería microcontroladores (y en algunos casos microprocesadores, que son más potentes) y por eso pueden adquirir de la información de los sensores y del control de los actuadores. Así, comenzando en el año 2004 el significativo crecimiento de las objetos inteligentes conectados a la red va a llegar hasta 50.000 millones objetos de Internet de las cosas en el año 2020. Representando la convergencia de la conexión de diferentes objetos, procesos, datos y personas IoT ya está transformando nuestras vidas.

Muchas veces ahora la conexión que está procesando entre los objetos intelectuales de definen con el concepto de “computación en la niebla” (o fog computing). Es decir que en lugar de alojar la información y trabajar desde una nube centralizada, los sistemas funcionan en los extremos de las redes, como en la niebla, que se extiende. En una concentración así los datos, en lugar de enviarse a la nube, se pueden procesar localmente en dispositivos inteligentes.

De un otro enfoque, más preciso, la niebla incluye las conexiones de red entre los dispositivos de borde y la nube; y “el borde” (Edge) se refiere más a los procesos computacionales que se procesan cerca de los dispositivos de borde. Entonces, la niebla incluye la computación de borde, pero se refiere también a la red, que es necesaria para obtener los datos procesados ​​al destino final.

La computación de borde es ideal en diferentes circunstancias, que incluyen, por ejemplo, la situación, cuando los dispositivos IoT tienen una conectividad pobre, y su estado constantemente conectado a una nube central no provee de un tratamiento eficiente. Además, cuando el procesamiento de la información es latente, la computación de borde puede reducir la latencia porque los datos no tienen que atravesar toda la red hacia su centro de datos o llegar hasta una nube para su procesamiento. Esto es muy valioso para los servicios financieros o de fabricación, donde las que las latencias de milisegundos pueden ser crucial.

A la vez las operaciones de computación de borde llevan también muchos desafíos para industrias como transporte,telecomunicaciones, o fabricación, ya que no hay mayor desafío para ellos, que asegurarse de que las aplicaciones (y los servidores) estén siempre disponibles para que las operaciones críticas puedan ejecutarse.

Con todas sus características la computación de borde o computación en la niebla puede ganar protagonismo con el tiempo, especialmente cuando el internet de las cosas se generalice, que llevará un modo de proveer servicios de manera más inmediata.